LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS

Uno se pregunta cómo personas que parecen sensatas pueden seriamente pensar que tienen alguna posibilidad de llegar a la Presidencia

¿Ustedes se imaginan una segunda vuelta entre Javier Diez Canseco y Natale Amprimo? ¿Alberto Borea contra Susana Villarán? ¿Alberto Moreno contra Luis Guerrero? ¿Fernando Olivera contra Rafael Belaunde?

Por lo pronto, todos los que han sido congresaurios (Amprimo, JDC, Guerrero) están definitivamente descartados, dado que todo lo relacionado con esa institución está ultraquemado ante la opinión pública.

Además, JDC es antipatiquísimo –tanto por carácter y rictus como por su trayectoria del eterno acusete de la clase– y el nombre “socialista” está tan pasado de moda como decir “neto” o “legal” en lugar de “bravazo”. Y Amprimo es muy gringuito para nuestro país. Está bueno para un comercial peruano de tv (nuestra absurda publicidad visual local parece dirigida a nórdicos; es como que en Japón sólo apareciesen modelos afros).

En cuanto a Olivera, creo que ni de congresista saldría: su criticada designación en la embajada en Madrid, sus excesos públicos (“deditos”, portazos, imprecaciones) y el sainete vivido con su fugaz juramentación lo han sepultado,

Además todo indica que Alan Garcia ya desaparece con esta elección (se viene una lucha interna muy fuerte por la renovación en el APRA) y se va a quedar sin caballito de batalla. Más bien debería ir preparándose, porque entre fujimoristas y apristas lo van a desollar como a un puerco en el próximo Congreso.

Sobre Susana Villarán, creo que la pobre ni siquiera saldría alcaldesa de un barrio “progre” como Barranco. Alguien que lanza a su partido en el “Jazz Zone” solo demuestra ser una reina María Antonieta. Ni Manuel Prado –quien mandó cerrar las plantas anchoveteras por tres días, haciéndole perder muchas divisas al país nada mas para que el Príncipe de Gales no huela los malos olores durante su visita– hubiera hecho algo así, pues por más señorón que era sabía muy bien cómo sintonizar con las masas.

Y Rafael Belaunde arrastra varios pasivos: toda la impopularidad del presente gobierno, una imagen de oportunista y haber salido con la cara de un Aubry en lugar de un Belaunde.

Alberto Moreno anda también muerto: el comunismo es un fósil sin fuerza electoral. No pasan de ser unos cuantos vándalos callejeros, unos sindicasaurios reaccionarios y unos pésimos profesores que siempre quieren más plata, pero nada de evaluaciones (al Sutep le ha pasado algo letal: ha perdido la simpatía popular que solía tener).

Finalmente, Borea es un perdedor político eterno. Neto y nato. Años y años que intenta hacerla por algún lado y no llega nunca a nada. Pobre, es su estrella.

(Adaptación de un artículo de Aldo Mariátegui)

LITTA